2010-04-09

Cuidados de saúde transfronteiriços

«Los alcaldes de cinco municipios portugueses próximos a la frontera con Galicia liderados por Valença do Mihno reclaman que sus ciudadanos puedan ser atendidos en el hospital Meixoeiro de Vigo, como parte de la cooperación transfronteriza en materia de salud.

La petición se produce durante la protesta de las banderas españolas en Valença, tras el cierre del servicio nocturno de urgencias del ambulatorio local. Esta es una de las conclusiones de la última reunión de la Unimiño, que agrupa a los municipios de Valença, Vila Nova, Paredes de Coura, Monção y Melgaço y otros 16 de la provincia de Pontevedra.

Rui Solheiro, alcalde de Melgaço y presidente de la Asociación de Municipios Vale do Minho, explicó ayer que "el hospital de Vigo está a 10 ó 15 minutos de la frontera", más cerca que el hospital de Viana do Castelo, lo que justificaría que el centro vigués fuera la referencia hospitalaria para los cinco municipios portugueses, que suman 61.000 habitantes.

Los ediles aspiran a que se aplique el acuerdo sobre cooperación sanitaria transfronteriza firmado en la última cumbre hispano-portuguesa celebrada en Zamora, y que se publicó en el Diario da República el pasado 19 de marzo. El compromiso adquirido por el presidente José Luis Rodríguez Zapatero y el primer ministro José Sócrates pretende reforzar la cooperación sanitaria entre los dos países a través del acceso a la asistencia y a los servicios móviles de urgencia, y garantizar la continuidad de la cobertura de los cuidados médicos en las zonas fronterizas.

Solheiro señaló que los alcaldes portugueses y españoles de los municipios fronterizos acordaron encargar a la Universidad do Minho, en Braga, las bases de un concurso público entre cinco universidades de España y Portugal para elaborar un estudio sobre la relación de los equipamientos médicos de los dos países, a partir del cual se presentará una propuesta de unidad transfronteriza de salud entre Galicia y Portugal.

El presidente de la mancomunidad de municipios, que evitó pronunciarse sobre la protesta vecinal con banderas españolas, subrayó "la proximidad muy grande" entre los centros urbanos a ambos lados del Miño, y la necesidad de "trabajar por la cooperación en esta nueva Europa sin fronteras".

El alcalde de Valença, Jorge Mendes, calificó de "acto antipatriótico" el uso de la enseña española. Los valençanos esgrimen que enarbolan la rojigualda no por falta de patriotismo sino en agradecimiento a unas declaraciones del alcalde gallego de la vecina Tui, que les ofreció los servicios de urgencia.» (El País, 9 de Abril de 2010)
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